A mi querida escuela Nº 54 "Clemente Estable". Yo le escribo está humilde carta: Para la escuela que me recibió desde el primer día en que llegué y aún me sigue y seguirá recibiendo.
A la Escuela Nº 54 yo le debo una gran y hermosa etapa de mi vida, le debo humildad, elegancia y hasta amor. Está escuela es la que todos los días nos abre sus puertas, la que cada día tiene algo nuevo para enseñar, mostrar o hacer, la que cada año es más "vieja", pero para mi está escuela nunca cambiara.
La escuela 54 no me parece maravillosa, ni linda, sino que única en el mundo. Cada vez que pienso en la ella, se me vienen recuerdos maravillosos a la cabeza: Días del Libro, Ferias de Ciencias, Veranos Educativos y todos los día que viví con mis compañeros y maestras en la escuela.
Pensar en la escuela Nº 54 es como pensar en un gran y hermoso sueño que duro muchos felices años.
Cuando me pongo a pensar como sería cada escuela del mundo me las imagino grandes, de 2 o3 pisos, con muchos alumnos,etc. Pero cuando recuerdo a mi querida escuela, me imagino que las escuelas no tiene que ser grandes, ni con muchos alumnos, sino que siendo una humilde y chica escuela, se puede llenar de alegría y diversión a muchos niños que no se encuentren en el mejor estado.
Por eso pienso que una escuela como la 54 en el mundo existe solo una, y es la que cualquier alumno honrado concurriría sin quejarse o reírse de ella.
A mi querida escuela yo le tengo un gran respeto, ya que sin ella nunca habría podido vivir hermosísimas experiencias junto con las maestras y compañeros que concurríamos desde ese entonces.
De mi escuela, más que un recuerdo, me llevo una gran experiencia vivida en una gran etapa de mi vida.
